Refrán Para hacer una buena ensalada, cuatro hombres hacen falta: para la sal, un sabio; para el aceite, un pródigo; para el vinagre, un avariento; y para revolverla, un loco; llega luego un hambriento y se come en un dos por tres lo que hicieron el sabio, el pródigo, el loco y el avariento.